La Campana de Hubbert

La Campana de Hubbert
¿ En qué punto estamos ?

Ésta es la cruda realidad:

Cénit de producción del uranio, en el año 1981.

Cénit de producción del petróleo convencional, en el año 2005, año cero de la Era Hacia el Colapso.

Cénit de producción de gas natural, estimado para 2020.

Cénit de producción de carbón, estimado para 2025.

Luego volveremos a la Edad Media, pero esta vez con 7. 000 millones de habitantes sobre la Tierra.

Ésta es la realidad, el resto pajas mentales tierraplanistas.












Curva energética de la Historia.

La realidad no entiende de corrección política, mayorías, cuotas, ni opiniones consensuadas. La realidad, es.

Hacia el colapso

martes, 15 de abril de 2014

En el año 9 de la Era Hacia el Colapso... Nuestra sociedad es una Mátrix, un holograma.











Mientras nuestra civilización industrial está esquilmando todos los recursos naturales del planeta, empezando por el petróleo, oro negro sin el que nuestro mundo no es viable y del que queda ya para menos de 50 años; pruebas fehacientes de esto es, por ejemplo, que en más de 40 países ya se está utilizando esa práctica terrorista que es el fracking, y también otra prueba son las guerras por petróleo como las de Irak, Libia, Sudán; el acoso a Irán, a Rusia, etc..., estos flipados de la vida que atienden por economistas, hablan de peligro de deflación. Estos sujetos viven totalmente de espaldas a la realidad.

En Haciaelcolapso prevemos todo lo contrario, anticipamos un fenómeno que hemos dado en llamar receinflación : recesión económica + inflación. Cuando ya ni el fracking les sirva para enmascarar la realidad, que el petróleo se acaba y que nuestra civilización colapsa, asistiremos a la receinflación, a ver cómo la economía se destruye mientras los precios no dejan de subir.

Se devanan los sesos analistas de todo tipo bosquejando qué pasa en el mundo : el estancamiento de la economía occidental; qué hay detrás de estas " primaveras " que se prodigan como hongos; la nuclearización de Irán; la guerra de Siria; el golpe de estado y posterior respuesta rusa en Ucrania; etc...

Cada analista lanza su teoría - las hay incluso esperpénticas -, y muy pocos, casi nadie, llega a atisbar la realidad, y esta verdad es tan sencilla como que nos hallamos ante una rapiña por apoderarse de los últimos recursos naturales de un planeta que está dando señales de extenuación por mor de la civilización petroleoeconómica del crecimiento exponencial que lo está arrasando.

Nuestra civilización industrial está condenada al colapso porque está viciada desde el principio, se basa en el capitalismo, doctrina económica del crecimiento perpetuo que, a tal fin, emite deuda constantemente. El mundo entero, salvo honrosas excepciones, es una pirámide de deuda, un esquema Ponzi. Con la deuda que se emite, se va pagando los intereses de la deuda previamente emitida. Este sistema, obviamente es insostenible y se terminará por desmoronar. Ahora va resistiendo porque occidente - el mayor mercado del planeta - está atascado económicamente, apenas se consume, lo cual provoca la tan cacareada deflación en boca de los economistas. Pero basta con que en Ucrania estalle una guerra entre Sión y Rusia - Putin está aguantando ya demasiados ataques - , para que se dispare el precio del petróleo.

Si a la " fiesta " se suma también Irán - constantemente acosada por Sión - , la situación se complicaría aún más.  USA, el único país del mundo que usó, y por dos veces, el arma nuclear, no permite tener la bomba atómica a Irán, país que lleva más de dos siglos sin atacar a nadie, en cambio el falso estado sionista tiene 200 misiles nucleares, la mayor parte escondidos en sus submarinos delfín, sumergidos y listos para desencadenar el armageddón nuclear. Ni qué decir tiene que la falsa entidad tiene armas químicas y ni se le pasa por la imaginación destruirlas.

Por otro lado tenemos a Venezuela atacada por el NOMS que quiere apoderarse de su petróleo, el más abundante del mundo.

Con estos mimbres, y de seguir la escalada provocativa sionista contra Rusia, los precios del petróleo y del gas terminarán por dispararse, de hecho poco a poco ya van subiendo. En los últimos días asistimos a cómo las bolsas caen continuamente ante ese escenario. La bolsa funciona con un decalaje del orden de 6 meses por delante de la economía real.

De estallar una guerra en Ucrania, la inflación se dispararía, lo que a sus vez haría subir los tipos de interés para tratar de subyugarla. Esta subida de tipos haría que la deuda planetaria fuese impagable y la mayoría de las naciones entrasen en default.

El caso español

En Haciaelcolapso trabajamos con cifras reales, cifras extraídas de la economía real, y ésta viene reflejada en el consumo energético, de lo que colegimos, entre otras cosas, que desde que empezó la crisis - 2008 - hasta hoy, nuestra economía se ha desplomado un 30 % , ergo nuestra deuda pública es del 140% del PIB.
Si a ésta le sumamos la deuda privada, tenemos que somos la nación más endeudada del planeta: 400 % del PIB.

En reiteradas ocasiones lo hemos dicho: estamos sobreviviendo a base de emitir deuda, estamos en una política de patada y hacia adelante, que sea otro el pringao bajo cuyo mandato España entre en suspensión de pagos.

Nuestra deuda pública crece a un ritmo de 20.000 millones mensuales, repetimos, es el típico esquema Ponzi: pagar los intereses contraídos, emitiendo más deuda. Una hiperinflación por mor de una crisis petrolera, puede hacer desmoronarse todo este tinglado de la Tierra plana. Los intereses se dispararían, convirtiendo la deuda en impagable.

Jamás se puede atentar contra las leyes de la naturaleza.  Ésta nos obliga a vivir en equilibrio, en sostenibilidad con ella.

La Tierra, sin petróleo, solo puede albergar a un máximo de 400 millones de personas, y viviendo todas ellas sin ningún tipo de lujo ni derroche.

Ya somos más de 7.200 millones de humanos, con un PIB y una población creciendo a tasas del 3 % anual, y en un planeta en el que más de 100 materias primas, entre ellas la fundamental, el petróleo, han hecho cénit de producción. Vivimos en un mundo delirante en el que circula dinero suficiente como para comprar la Tierra 20 veces. Una locura.

Es sólo cuestión de tiempo que esta comedia, que de divina no tiene nada, colapse.

Esto sucederá sí o sí. O por mero trascurso del tiempo - pocas décadas - o por desatarse una guerra a gran escala que dispare los precios del petróleo.

Estamos sentenciados.






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